ARTE, JUGAR PARA SER

Mª Gracia Moya Méndez
8 nov 2016
1 Min. de lectura

Desde su nacimiento, acompañamos con admiración la mirada de los niños y niñas para que signifiquen el mundo. Inicialmente con la finalidad de ser reconocidos, mantener el vínculo materno, colaborar a la construcción del imaginario infantil y favorecer el ingreso en una cultura simbólica. Como educadores debemos proporcionar experiencias artísticas de calidad y significativas con el fin de ser analizadas e interpretadas, colaborando en la construcción de los procesos simbólicos individuales y colectivos. Una escuela donde el arte sea un modo de pensamiento, creación de posibilidades de vida, favorezca las mejores relaciones humanas y la construcción de la identidad; en definitiva “Ser en el arte” (Javier Abad).

Las experiencias artísticas desarrolladas en el centro con alumnado de 3-6 años tienen como finalidad acompañar en el desarrollo de una mirada crítica que les lleve a crear nuevas posibilidades de juego, de relación de ser y mirar el mundo. Cuando las exposiciones artísticas abren las barreras de los museos y pasan a formar parte del lugar de juegos de la infancia y de encuentros personales, se multiplican las posibilidades de mirar, interactuar y relacionarse con las obras. El parque de nuestra ciudad se convirtió en una gran sala donde admirar, recorrer, sentir y compartir juegos con obras de gran tamaño del escultor asturiano Juan Méjica.

Desde el centro educativo, a las familias del alumnado de 3 años, se les propuso visitar la exposición para jugar a re-crear las esculturas. La creatividad y el imaginario infantil configuraron nuevas obras artísticas, que fueron fotografiadas con el fin captar el momento y poder compartirlo en el aula.