EXPERIENCIA
EL MODELO DE RUEDAS




JUDITH SABAN y ADI SHELACH
Museos de Haifa, Israel
EL MODELO DE RUEDAS
RESUMEN / La visita al museo se divide en tres secuencias o tres rondas de dialogo: 1."¿Qué veo?" La primera ronda se centra en la experiencia de ver y su objetivo es agudizar la concentración para permitir la amplia información que puede ser obtenida en la observación. El grupo se sienta en un semicírculo delante de una o varias obras, el educador invita a los participantes a mirar lo que tienen delante, y cada uno a su vez debe mencionar un detalle que hayan percibido. La única orientación dada a los alumnos es escuchar con cuidado lo dicho por sus compañeros para no repetir lo ya mencionado.
2."¿Qué cuestiono?" Esta ronda se efectúa en algún momento durante el recorrido. Aquí se les pide que presenten una pregunta relacionada a algo que les despertó interés. En este caso, también, se les pide, si es posible, no repetir una pregunta que ya ha sido formulada. El educador no da respuestas en este punto, sino solo conceptualiza lo enunciado. Así se enfatiza la atención de los estudiantes en la pregunta y en la gran variedad de interrogantes que se pueden efectuar en torno a una misma muestra o incluso a un solo objeto. Después de una cartografía de las preguntas, se abre un debate sobre las formas de responder a ellas, con los textos que acompañan a los objetos expuestos, comparando entre objetos vecinos, con información que proporcione el educador o cualquiera de los participantes e incluso a través de la indagación independiente en el museo o fuera de él.
3."¿Qué me gustó?" o "¿Qué llevo conmigo?" La tercera ronda se utiliza para resumir y se lleva a cabo al final de la visita. Aquí se les pide a los estudiantes indicar algo que les gustó, que les interesó o que despertó su curiosidad o sus pensamientos.
REFLEXIONES / Este modelo fue diseñado con el objetivo de aprovechar al máximo la visita guiada de alumnos de escuela a museos de distinto tipo, convirtiéndola en un encuentro de pensamiento libre dentro de un entorno enfocado y estructurado, durante el cual cada alumno puede descubrir sus propios pensamientos, así como los de sus compañeros. Esto se basa en la premisa que ve la capacidad de preguntar como un medio de gran importancia para el aprendizaje y para la expresión personal que le otorga al educador la misión de crear las condiciones necesarias para alentar y estimular el desarrollo de los niños como personas reflexivas y cuestionadoras.
En base a la experiencia de cientos de grupos hemos llegado a la conclusión que los grupos no deben contar con más de veinte participantes para permitir una conversación significativa en la que se pueda oír a cada uno de ellos.
La intervención de los maestros en la actividad se consigue al pedirles que sean ellos los que documenten por escrito las impresiones y las observaciones hechas por los niños durante la visita.
El primer ciclo, se caracteriza por un ritmo relativamente rápido, el educador no se expande y no entra en detalles de discusión, sólo aclara y hace hincapié en los conceptos que se utilizarán más adelante: “Tú te refieres al colorido”, “eso está ligado al material” etc.
En el segundo ciclo, siguiendo las preguntas, el educador otorga la información precisa para ajustarse a lo que les interesa en especial a los estudiantes. Él puede también seleccionar una serie de interrogantes claves, responder a ellos o invitar a los estudiantes a explorar, encontrar y añadir sus propias respuestas: "Pregunta sobre la preservación del objeto", "tú hablas del artista", "tú está planteando cómo exhibir, que son consideraciones de curaduría etc.
La tercera rueda les permite a los niños aislar de toda la experiencia, lo que les impresionó más profundamente, y al mismo tiempo le otorga al educador la posibilidad de recibir de los alumnos una retroalimentación inmediata.
En el resto del recorrido los educadores pueden aplicar hojas de trabajo, juegos de galería o cualquier otra actividad creativa individual o grupal que incentive los distintos sentidos, la imaginación el dialogo y demás. Esto, considerando el nivel de desarrollo, la edad de los niños y los objetivos agregados de cada exposición.
En resumen, este modelo de mediación proporciona una solución a las dificultades acerca de la tendencia de los educadores de “dar conferencias”, "tomar examen" o llevar a cabo una discusión animada unilateral con tres o cuatro alumnos que demuestran curiosidad y confianza, mientras que los otros no necesariamente participan.
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