EXPERIENCIA
ESPACIO MINITEA
























PALOMA TUDELA CAÑO
TEA Tenerife Espacio de las Artes
ESPACIO MINITEA
RESUMEN / Espacio MiniTEA es un lugar en el que los niños pueden desarrollar actividades de creación plástica en su tiempo de ocio. Su objetivo es el fomento y desarrollo de la creatividad infantil, y en él se pueden encontrar materiales y propuestas plásticas diversas vinculadas a obras de arte contemporáneo de la colección del museo.
El proyecto nació con la vocación de convertirse en un lugar permanente -dentro del propio museo- destinado al ocio cultural infantil y familiar, y persigue dos objetivos principales: proporcionar y hacer accesibles a toda la población los recursos necesarios para el fomento y desarrollo de la capacidad creativa de los niños, y fomentar la relación intergeneracional entre adultos y niños en un ámbito en el que normalmente no suelen “encontrarse”, el del arte y la cultura contemporáneos.
Espacio MiniTEA utiliza una metodología participativa, primando la autonomía y libertad creativa de los usuarios, los cuales eligen en qué medida supeditarse a las propuestas plásticas, siendo libres para seguirlas pero también para “darles la vuelta” y reformularlas según sus propios intereses. La metodología es, además, colaborativa, pues promueve la co-creación entre niños y adultos, y fomenta que éstos últimos adopten un papel activo en este tiempo de ocio cultural compartido.
Este proyecto, además de suponer una apuesta clara por el desarrollo de la creatividad -una herramienta fundamental para la formación de individuos autónomos, libres y críticos, sea cual fuere el ámbito en que esa creatividad cultivada en la infancia luego se desarrolle y aplique durante la edad adulta-, es también una valiosa herramienta para la inclusión social, al facilitar que niños de diferente nivel social y con distintos recursos puedan relacionarse y, lo que es más importante, interactuar, compartir y colaborar en la producción de proyectos comunes.
TRAS LA ACTIVIDAD, LA EXPERIENCIA / El proyecto MiniTEA surgió del interés y la inquietud -como responsable de educación del museo- por dotar a éste de un lugar físico permanente al que los niños y sus familias pudieran acudir para relacionarse con la plástica y el arte contemporáneos, sin depender del trabajo de los educadores ni de los tiempos acotados en que tienen lugar las actividades educativas del museo.
Una vez analizado el interés que muchos adultos y niños venían demostrando por la oferta educativa de TEA, entendí que era el momento de “dar un salto” y dotar de mayor autonomía a las familias que elegían el museo como lugar para vivir parte de su tiempo de ocio. Me planteé pues demostrar a los adultos que ellos mismos pueden ejercer de “educadores” de sus hijos en este ámbito cultural, apoyándose en una serie de recursos facilitados por la institución y persiguiendo la inmersión en la plástica contemporánea no sólo de los más pequeños sino la suya propia.
Si bien la respuesta a la apertura de este espacio fue muy buena desde el primer día, el éxito del proyecto ha continuado afianzándose con el paso de los meses, lo cual no ha hecho sino animar al Departamento de Educación -y también a la propia dirección de TEA- a destinar más recursos a este nuevo espacio: cada dos meses se cambia la obra de la Colección de TEA en relación a la cual se diseñan las propuestas plásticas, de tal manera que las familias saben que -si no antes, como ocurre a menudo- pasado este tiempo pueden volver a MiniTEA y sorprenderse con una obra diferente y nuevas propuestas plásticas.
Por todo lo anterior, creemos que MiniTEA es un ejemplo de éxito de innovación en el ámbito de la educación artística y creativa, y una demostración de cómo la implementación de nuevas herramientas educativas y la revisión y reflexión sobre la propia práctica en y desde las instituciones producen resultados muy positivos, no sólo para la población infantil sino para toda la comunidad en la que aquella se integra. MiniTEA es también una herramienta para la inclusión social que ha supuesto una verdadera apertura del museo hacia el exterior utilizando como arma la decodificación del lenguaje de la plástica contemporánea, precisamente su principal barrera en relación a la población no vinculada a este campo.
Teniendo en cuenta todo esto, podemos afirmar que este proyecto ha supuesto un antes y un después no sólo para el área educativa de TEA y su relación con el resto de los departamentos del museo, sino para la institución en su conjunto, iniciándose un proceso guiado por una clara voluntad de apertura, de inclusión y de reconocimiento de su potencial educativo.
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