EXPERIENCIA REPRESENTANTE
REPENSAR LA INCLUSIÓN. UN MUSEO INCLUYENTE: "PUENTES PARA LA CO-VIVENCIA"
















PAULA ALEJANDRA CABALLERÍA AGUILERA
Museo de Artes Visuales. Santiago de Chile
PUENTES PARA LA CO-VIVENCIA
RESUMEN / El Museo Incluyente nace de la necesidad de repensar al museo desde los cambios sociales del Estado de Chile y hacerse cargo bajo un rol social, de los derechos e igualdad de oportunidades para las personas en situación de discapacidad dentro de los espacios culturales.
El programa nació como un puente de transformación físico y afectivo para forjar sentidos de pertenencia hacia el uso del museo cotidianamente, de personas ciegas, sordas y esquizofrénicas, las cuales nunca habían asistido al museo, permitiendo desde su imaginario poético el disfrute y goce de los bienes culturales, que por derecho les corresponde y terminamos expandiendo los límites del espacio museal, construyendo puentes y derribando muros, en un lugar común de construcción comunitaria permitiendo encuentros con aquellas audiencias que ven al museo como un lugar distante y ajeno.
Trabajamos desde una propuesta de modelos de aprendizaje innovadores y eclécticos que van desde las neurociencias hasta la biología cultural, acompañado de metodologías educativas no tradicionales y de la incorporación de manera activa de recursos didácticos y humanos que problematizaron y transformaron el sentido interno y externo de la institución, comprendiendo que el museo hoy es un organismo vivo que se regenera de manera activa desde el trabajo transversal e interdiciplinario del museo en su completitud, y que su sistema oclusivo debe ser capaz de crear vínculos con organizaciones generando prácticas colaborativas y trabajos en red para desarrollar un sistema que permita reimaginarnos el museo del presente y del futuro.
El museo incluyente nos hace repensar a cada instante el significado de la acción educativa de los museos donde la posibilidad sea para todos y todas, donde la diversidad puede co-existir, y co-vivenciar en un lugar de encuentros y experiencias de aprendizaje transformadoras surgidas de la colaboración, y la co-inspiración hacia la anhelada transformación de la sociedad.
LA EXPERIENCIA / Abrir los ojos ante la efervescencia de la diversidad ha sido un camino lento en Chile desde la vuelta a la democracia y los espacios culturales no han sido la excepción en esta aceptación de vivir en la diferencia y desarrollar audiencias desde este paradigma. A partir de esta premisa es que MAVI - Museo de Artes Visuales, siente la necesidad de asumir un rol social ante el derecho a la cultura y las artes de la ciudadanía como un derecho humano.
Al abordar el proyecto descubrimos como institución que ejercíamos practicas discriminatorias ante grupos sociales que por diversos motivos no asistía al museo, entre ellas las personas en situación de discapacidad. Entender esta acción internamente provocó cuestionamientos desde los planteamientos fundamentales como el mito fundador, hasta los paradigmas actuales sobre arte contemporáneo generando problemáticas organizacionales y resistencias al cambio.
Asumir este rol con todo, implicó un inmenso y complejo compromiso que incluye desde el espacio como continente, hasta el artista y el arte como generador de contenido, develando en el camino que esto iba mas allá de una mera acción educativa, sino que conducía hacia una acción política tanto interna como externa.
El museo incluyente comenzó como una intervención muy sutil desde la inclusión para educar, acercando a pequeñas organizaciones en situación de discapacidad visual o auditiva que nosotros buscábamos, luego de pronto , fueron golpeando puertas instituciones que por diversos motivos, tanto de prejuicio social, cognitivos o físicos no tenían tal posibilidad de acercarse al arte contemporáneo; entre ellos las personas con condición de esquizofrenia y con discapacidades múltiples.
Este panorama nos hizo encontrar con otras instituciones cuyo motor es la inclusión, y ensimismados en un pensamiento individualista común en la sociedad, reparamos hasta entender que la lucha no avanzaría sola. Teníamos ante nuestros ojos las instancias para construir en colaboración una inclusión real, amena y posible , entendiendo que la transformación social se construye en red, permitiéndonos intercambiar conocimientos para un acceso de calidad a la cultura y las artes.
Mirando en retrospectiva, podemos decir que el proyecto partió a ciegas, con aciertos y errores, como cuando enviamos invitaciones digitales a personas ciegas sin audio-descripción, o cuando invitamos a personas sordas a la inauguración sin tener interprete en lengua de señas. Hoy lo entendemos como parte del aprendizaje de agentes en procesos de inclusión.
El derecho, nos llevo a reimaginar y luego a transformar este museo, donde la accesibilidad no solo es cuestión de acceso libre , sino en ser capaces desde la diferencia de otorgar los mismos derechos y posibilidades a las diversas audiencias.
Hoy la diversidad y la inclusión dejaron de ser iniciativas y se convirtieron en políticas institucionales que articulan cada acción del museo, desde la atención en recepción, guardias, las propuestas curatoriales e incluso la reformulación de la pagina web para ser mas accesible.
El MAVI paso a ser un referente de los espacios culturales inclusivos en Chile haciéndolo un lugar universal donde la co-vivencia es un acto de existir juntos.
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